“La Revolución Ciudadana” de Rafael Correa podría constituir una tercera vía latinoamericana”

Quito (Pichincha).- Hernán Gómez, analista político, internacionalista y especialista en América Latina, escribió un artículo sobre el crecimiento de Ecuador en el periódico El Universal de México.
Gómez recalca que la “Revolución Ciudadana” del Presidente Rafael Correa podría constituir una tercera vía latinoamericana”, por su desarrollo con un rostro humano, pensando en el futuro con la educación de miles de jóvenes en las mejores universidades del mundo y modernizando la educación.
A continuación el artículo completo:
“Periodistas, analistas y comentócratas suelen presentar un mapa bastante desdibujado de lo que ocurre en América Latina, y una caricatura cuando se trata de los distintos gobiernos de izquierda en la región. Tomemos el caso del presidente ecuatoriano, Rafael Correa. En el más simplista de los análisis Correa es igual a Chávez; se toma fotos con Maduro, Evo Morales y los hermanos Castro, luego entonces, es como ellos. Suficiente catalogarlo como uno más dentro de ese “eje del mal”. No hay en esos juicios siquiera un intento por revisar los datos duros.
Hasta los años noventa la izquierda en América Latina discutía esencialmente con ideología, mientras la derecha contestaba con números. Por fortuna, la izquierda también puede hoy discutir con números.
El modelo de desarrollo seguido en Ecuador en los años recientes tiene características propias. La autoproclamada “Revolución Ciudadana” de Correa podría constituir una tercera vía latinoamericana, caracterizada por altas tasas de crecimiento económico e inversión productiva —pública y privada—, en un contexto de estabilidad económica y baja inflación; aprovechamiento de los recursos naturales con visión de largo plazo y una significativa reducción de la pobreza y la desigualdades.
En materia social, Ecuador es —según la CEPAL— el país que más ha logrado disminuir la desigualdad en América Latina en la última década y está dentro de los cuatro que más han logrado reducir la pobreza. El presupuesto en salud y educación creció cuatro veces y es hoy la segunda nación que más invierte en educación superior en el mundo, después de Dinamarca (1.8% del PIB, cuando el promedio de la OCDE es de 1.3%). Además, Ecuador aparece como el país con la mayor inversión en programas de transferencia condicionada (del tipo Oportunidades), al alcanzar el 1.17% del PIB (en México es del 0.51) y una cobertura del 100% de los pobres e indigentes.
Un análisis precipitado podría llevar a la conclusión de que todo esto ha sido posible porque el país ha aprovechado el boom de las materias primas. Ciertamente este ha sido un factor relevante. Ecuador ha sabido aprovechar un buen contexto internacional para financiar su desarrollo, gracias en buena medida a que —sin necesidad de llevar a cabo expropiaciones— renegoció contratos con empresas petroleras que antes se llevaban 80 de cada 100 barriles de petróleo que se extraían en el país, independientemente de los precios internacionales.
Pero el gobierno de Correa —hábil administrador y soberbio economista— ha logrado allegarse de múltiples fuentes de recursos más allá del petróleo: entre otras porque, en una jugada magistral, logró obligar a los tenedores de bonos a renegociar el pago de una deuda externa plagada de irregularidades (lo que se demostró ampliamente), y generar un ahorro considerable al cubrir solamente la parte legítima de dicha deuda. Correa impulsó también una reforma fiscal que ha permitido combatir la evasión, hacer más progresivo el cobro de impuestos e incrementar significativamente la recaudación.
Pero lo interesante es que el gobierno de Correa está haciendo una apuesta para trascender, usando las palabras del propio presidente, “de una economía de recursos finitos a una de recursos infinitos basada en el talento humano”. Eso ya se ve reflejado en el número de estudiantes que hoy se están formando en universidades extranjeras y en nuevas escuelas técnicas, así como en el proyecto Yachay, donde se edifica una nueva “ciudad del conocimiento”. Con estas iniciativas Ecuador parece estar escribiendo una historia de éxito. La popularidad de Correa no es casual.”