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EL PRESIDENTE NOBOA EVOCÓ LA BATALLA DE PICHINCHA: UN HITO DE LUCHA Y VALENTÍA DEL EJERCITO ECUATORIANO

Boletín N° 232

24 de mayo de 2024

Quito, Ecuador.  Desde la Cima de la Libertad, escenario insigne que alberga la historia de la Batalla de Pichincha, el presidente de la República, Daniel Noboa Azin, evocó los valores democráticos y heroicos de las Fuerzas Armadas que consagraron la gesta libertaria del 24 de mayo de 1822 y que ahora se mantienen vigentes en el Nuevo Ecuador.

“Hoy, 202 años después, nos encontramos nuevamente en una batalla en la que las Fuerzas Armadas vuelven a ser los protagonistas, pero esta vez, enfrentan a un peligroso enemigo, cuyas armas son la violencia, la corrupción y el caos”, manifestó el Mandatario al resaltar la labor de esta institución para resguardar la soberanía de la patria.

El Presidente exaltó la valentía, el sacrificio y el compromiso de la institución militar durante el conflicto interno en contra de grupos terroristas: “Exponen sus vidas en las calles, plazas y cárceles con un solo objetivo: devolverle la libertad y la paz al Ecuador”. También ratificó el respaldo permanente del Gobierno Nacional el cual, además de trabajar hombro a hombro con los soldados, otorga las herramientas y el equipamiento necesario para la ejecución de su labor y, sobre todo, para dignificar esta noble profesión.

“El Ecuador respalda su trabajo, ya lo hemos visto mediante la Consulta Popular. Hoy cuentan con más herramientas para resguardar nuestra seguridad y proteger la vida y la paz de todas las familias ecuatorianas”, sostuvo.

Noboa también subrayó que la nación vive un momento político histórico, que se centra en los ciudadanos. “Somos la principal fuerza, una fuerza joven, una fuerza transparente, una fuerza que lucha por un mejor mañana, por un Nuevo Ecuador”, dijo el Jefe de Estado.

Al concluir su intervención, el Primer Mandatario comprometió a los militares a defender el patriotismo que vive el país y que, con la fuerza joven y la nueva forma de hacer política, esta administración pasa de la crítica a la acción, de los problemas a la solución; es decir, hacia un Nuevo Ecuador que resuelve. “La unión y el apoyo para derrotar al terrorismo está inclinando la balanza y hoy podemos decir que los resultados están dando sus frutos, estamos devolviéndole la confianza a los ecuatorianos”, concluyó.

Luego de este acto, el Presidente se dirigió hasta a la Catedral Metropolitana, ubicada en el centro histórico de Quito, lugar en donde reposa el mausoleo del Mariscal Antonio José de Sucre. Allí hizo la entrega de una ofrenda floral en homenaje a este gran gestor y a los héroes de la Batalla de Pichincha.